- No me importa él. En realidad él está muerto para mí -dijo el cerebro.
- Querido cerebro. Quisiera poder decir eso, quisiera tan sólo sentir eso. Pero en realidad él no está muerto, él no muere. Sigue siendo parte de mí, no me deja. A pesar de todo, lo sigo queriendo. Con cariño, el Corazón.
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